viernes, 28 de octubre de 2016

BOSQUESCUELA Y LAS ESCUELAS EN EL MEDIO NATURAL

Bosquescuela es un proyecto innovador en España, basado en el concepto de escuelas al aire libre del centro y norte de Europa con un enfoque esducativo integral basado en la libertad y el contacto con la naturaleza.
A principios del pasado siglo, momento en el cual se produce una creciente urbanización de las zonas rurales y un déficit de naturaleza, las militantes socialistas Rachel y Margaret McMillan deciden crear la primera escuela al aire libre en 1914. Para entonces se intuían beneficios para los niños pero sólo se pudo demostrar que a diferencia de otros “Jardines de infancia”, los niños que acudían a la escuela infantil al aire libre desarrollaban más su sistema inmunológico.
Más tarde, en 1950, Ella Flautau creó la primera escuela infantil en el bosque en Dinamarca. La idea surgió por casualidad a partir del interés que pusieron sus vecinos viendo que ella pasaba gran parte de su tiempo en el bosque con sus hijos. Los vecinos formaron un grupo y regularon su actividad creando la primera escuela infantil forestal.
Desde 1968 las escuelas infantiles en el bosque (Forest Kindergarten) han existido en Alemania, donde son escuelas oficiales desde 1993. Actualmente hay más de 1000 escuelas en toda Alemania, la mayoría privadas pero también promovidas y financiadas por entes públicos.
Hoy en día, las escuelas infantiles al aire libre están asentadas con gran éxito en el centro y norte de Europa (Forest Kindergarten), Estados Unidos y Gran Bretaña (Forest Outdoor Shools) o Asia.
Aparte de estas escuelas donde los alumnos pasan todo el curso en el bosque, existe una costumbre generalizada de pasar periodos más cortos en el medio natural (un día a la semana, una semana al mes, o puntualmente durante el curso).
Entre los beneficios que los alumnos obtienen al estudiar en las escuelas infantiles al aire libre destaca la posibilidad que el medio natural ofrece como fuente de estimulación natural. La variedad de colores, texturas, terrenos, espacios, pesos, formas, sólo se puede encontrar en la naturaleza y estructurados de una forma fluida y natural, ya que los elementos están “colocados” por sí mismos y no de de manera artificial por un adulto.
Además, tal y como se expone Bruchner (2012), todo está en constante cambio por la influencia del tiempo, las estaciones, el crecimiento, el ciclo vital, la radiación solar, etc., lo cual hace al alumno aprender de una manera directa y experiencial los procesos básicos de la vida.
La libertad que ofrece el espacio abierto, facilita a los niños que exploren, investiguen, experimenten, asuman riesgos y desarrollen su autonomía e iniciativa personal.
Häfner (citado por Bruchner, 2012), obtuvo en 2002 resultados muy significativos analizando las diferencias entre alumnos que habían estado escolarizados en una escuela infantil ordinaria y otros que estudiaron en una escuela infantil al aire libre. En este estudio se observó que los alumnos que llegan a primaria desde una escuela infantil al aire libre prestan más atención, hacen sus deberes de manera más independiente, respetan mejor las normas, resuelven los conflictos de forma más pacífica, se expresan de forma más precisa, argumentan mejor su opinión, son más creativos en clase y tienen más fantasía.
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